No quiero olvidar, ni un solo día, el regalo que se me da.
Y luego todo lo demás puede ser más o menos colorido, el cielo más o menos azul,
las nubes más o menos blancas… pero estoy viva y eso es digno de celebración.
A partir de ahí, cualquier cosa magnífica, esperada o inesperada, es posible.
Ángeles Córdoba Tordesillas
Gracias a la vida. Me ha dado la risa, me ha dado el llanto. Ahhh, y también tu amistad, que es generosa y buena.
ResponderEliminarGracias, Manolo. Ídem.
EliminarGracias a la vida. Me ha dado la risa, me ha dado el llanto. Ahhh, y también tu amistad, que es generosa y buena.
ResponderEliminarBonito de verdad. El agradecimiento ya de por si, nos hace felices. Esa conciencia del regalo es indispensable. gracias Angel.
ResponderEliminar¡Gracias a ti! Apareces como anónimo, así que no puedo dirigirme a ti de una forma más personal.
EliminarSaludos afectuosos, seas quien seas.
Estoy de acuerdo totalmente contigo, lo que pasa que a veces lo olvidamos. Es de agradecer
ResponderEliminarA veces lo olvidamos... pero, lo esencial es sentir ese agradecimiento cuando somos conscientes de ello.
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