“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
14 oct 2017
PUERTA ENTREABIERTA
Si quiere usted presentarse ante mí, para el puesto vacante, con voz solemne y arrebatos, páseme su currículum de quietud y reflexión, de meditación, de respeto, de arte y ensayo, de experiencias, más que de conocimientos acumulados.
Sentido del humor, lo lleve puesto, por favor. Sin gritos ni susurros.
De amores basta con uno, si ha sabido sacarle el jugo.
Que pase el siguiente…
No habrá pagas extras ni sueldo fijo de besos.
Pero sí vacaciones.
Nota:
Se admiten patas de gallo, no de gallina.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
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