“Anda, déjame de sandeces que hoy tengo cita con el dentista… Ya ves lo que puede preocuparme lo que tú sientas por quien sea.”
¡Lo que son las expectativas!… Nunca imaginé que un caballito de mar podría ser tan insensible y responder de esa forma tan desagradable y a una mujer enamorada.
Ya me pasó anteriormente con un unicornio que afirmó importarle un bledo mis sueños. Me dejó chafada, como una bolsa de papel después de venir cargada con la compra del súper.
Nota:
En fin, la próxima vez que necesite preguntar a alguien por nuestro amor, lo haré al motor de la nevera... y a esperar a que conteste.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Caballito de mar ensimismado, seguramente pensando en su cita con el odontólogo. |
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