Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

1 abr 2016

CICATRICES

Tus cicatrices forman parte de ti.
Son tu historia personal escrita en tu cuerpo o en tu alma.
Cada una de ellas es una señal de lo que has vivido.
Nunca una cicatriz es igual a otra anterior o a la de otra persona.
Su valor es mucho mayor que el del oro pues te regala la experiencia, dejando grabada en tu memoria su enseñanza.
Y te acompañará siempre, como el más leal de los amigos.

"Con hilo de oro coso cada una de mis fisuras
pues aprecio su valor incalculable.
Y me enorgullezco de su existencia
que impresa queda en la identidad de mi alma"


Ángeles Córdoba Tordesillas ©


New Kintsugi gold repair
(El Kintsugi; el arte japonés que nos permite admirar la belleza que hay en las "cicactrices"de los objetos o en los objetos con "cicatrices")

2 comentarios:

  1. Las cicatrices, lo queramos o no son para toda la vida, lo que pasa es que el recuerdo, que dejan pues no es agradable por lo menos para mi. Un beso

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  2. Pero intentamos quedarnos con el aprendizaje que nos proporcionan y olvidar el dolor, Celia. No es fácil pero tampoco imposible. Un beso.

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