Son tu historia personal escrita en tu cuerpo o en tu alma.
Cada una de ellas es una señal de lo que has vivido.
Nunca una cicatriz es igual a otra anterior o a la de otra persona.
Su valor es mucho mayor que el del oro pues te regala la experiencia, dejando grabada en tu memoria su enseñanza.
Y te acompañará siempre, como el más leal de los amigos.
"Con hilo de oro coso cada una de mis fisuras
pues aprecio su valor incalculable.
Y me enorgullezco de su existencia
que impresa queda en la identidad de mi alma"
Las cicatrices, lo queramos o no son para toda la vida, lo que pasa es que el recuerdo, que dejan pues no es agradable por lo menos para mi. Un beso
ResponderEliminarPero intentamos quedarnos con el aprendizaje que nos proporcionan y olvidar el dolor, Celia. No es fácil pero tampoco imposible. Un beso.
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