Ese tesoro divino que el tiempo nos va robando...
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Leonardo Da VInci |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
La juventud reside en el alma, el espíritu, y no en la edad biológica.Besos y abrazos hermanita.
ResponderEliminarSí,estoy de acuerdo contigo. El alma no tiene edad. Un beso, David.
EliminarYa, asi es la vida, por fuera eso pasa.Lo importante yo creo es no envejecer por dentro que es lo mas importante. Ademas se refleja hacia fuera.Un beso chatita
ResponderEliminarEse interior que permanezca joven siempre, se pueda o no apreciar desde fuera. La juventud que el tiempo se lleva es sólo apariencia.
EliminarGracias, Celia.