Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

1 abr 2016

LA VENTANA DEL MUNDO

Cada uno de nosotros, cuando mira por la ventana del mundo, ve una cosa distinta.
Un día estando con una amiga en la cocina de mi casa le pregunté:
-¿Tú, cuando miras por esta ventana ves lo mismo que yo?
Me respondió que sí.
-Entonces -le pregunté -¿qué ves?
Me describió  las casas de enfrente, los tejados, la puerta verde de una parcela abandonada, un cable que cruzaba por el cielo… Pues lo que había ante sus ojos, indudablemente. Luego ella me preguntó:
-¿Y qué ves tú?
-Mi salud, en esos arbolitos. Mi futuro, en el horizonte. Mi felicidad, en el vuelo de esos pájaros. Mi alegría, en la risa de esos niños jugando. Y en ese cielo azul, tan limpio, mi libertad.

(Basado en un hecho absolutamente real)

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


7 comentarios:

  1. Que bonito todo lo que ves ANGEL. Un abrazo

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    1. Lo es, Celia. Y gracias a que aún puedo hacerlo porque aunque no lo veo solamente con los ojos de fuera, me siento agradecida por la vista que tengo todavía.

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  2. Yo veo de todo. Pero lo que importa es que veo. Todo está en función de mi vista, los árboles, el mar...., y aquello que me dicen. Hasta puedo verte, siiii, puedo verte. O qué te creías? Veo mucho y largo pese a mi vista física.

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  3. Importante el cristal con que se mira, como diría Campoamor, porque dice mucho del pensamiento y estado de ánimo de cada mirón en cada momento.

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    1. Eso es, Javier. Hay que saber mirar para disfrutar de lo que se ve.
      Gracias por comentar.

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  4. Me has vuelto a emocionar hermanita con tas bellas palabras, pero muy especialmente, por lo que significan. Un fuerte abrazo.

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    1. Sí, creo que sabes bien lo que significan para mí. Me agrada que te haya gustado, David. Gracias.

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