“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
28 mar 2015
FUGA DE POESÍA
Ahora tendré que escribir una receta de cocina. Lástima, no se me da bien. Siempre he preferido improvisar... y con la comida no se juega.
Esta mañana las he visto paseando a las dos de la mano. Iba muy sonriente y ya con su manguita corta. Estoy disgustada. Cría cuervos...
Allá se las componga. Por mí que no vuelva. ¡Ni a pedirme sal!
Pero no cambiaré la cerradura, por si acaso… Soy fácil de convencer
Ángel C. T. ©2015
A veces se toman un respiro, pero no les cierres la puerta que volverán reforzadas, amiga.
ResponderEliminarSeguro. Conservaré la misma cerradura... ellas tienen llave de mi puerta.
EliminarGracias, Fátima.