Fotografía de uno de los caminos de mi pueblo. Hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Es bonito recordar los tramos del camino con los que ya no están por un motivo u otro. Precioso ese camino recorrido y fotografiado...
ResponderEliminarGracias, Susana. Es bonito sí y emotivo siempre.
EliminarGracias a ti por compartir antes y ahora ese camino y hacerlo tan ameno y agradable.
ResponderEliminarQué bueno tener compañeros de camino tan especiales como Susana y como tú, Manolo. Gracias por caminar a mi lado.
EliminarSiempre habrá un camino, ¡que bueno que de vez en cuando nos crucemos en él, amiga!
ResponderEliminarMuy bueno, Fátima. Es un cruce maravilloso. Gracias.
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