Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

12 mar 2015

LA TRISTEZA

Esa tristeza
que entra en mi casa,
a hurtadillas y sin permiso…

Tan desconsiderada
que no repara en gastos.
Haciendo estragos
en mi corazón
ya cansado.

Esta tristeza
que revuelve el armario
de mi presente,
en donde guardo
esas pequeñas frustraciones
con las que no me gusta vestirme,
porque ni los colores
ni las hechuras
me favorecen…

Esa tristeza, salvaje,
que me llena los ojos
de lágrimas,
y me impide ver
un futuro viable
delante de mí.

Esa tristeza
es la responsable
de que busque
en la meditación,
en mis pinceles
y en mis escritos,
mi casa,
mis amores,
mis amigos...

Ángel C. T. ©2015


Pintura hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

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