Fotografía hecha con mucho cariño, respeto y permiso, al modelo que posó grata y gratuitamente para estas gafitas que Dios me ha dado |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Precioso, Angel. El hayku (encierra mucha sbiduría), el modelo y tu respeto. :)
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Susana. En realidad no es un haiku lo que he escrito pero no importa, lo que importa es que te haya gustado y sé que ha sido así. Un abrazo, amiga.
EliminarPeciosa pradera, y muy buen modelo. Sabe posar y mira directo al objetivo de tus gafitas.
ResponderEliminarEllos no conocen los prejuicios.
ResponderEliminarSus miradas son tan claras que a veces te quedas muda sólo mirando esos ojos.
Sí, Arantza. Algunas veces una se pierde en esas miradas tan llenas de nobleza. Gracias.
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