Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

6 ago 2016

HECHOS EL UNO PARA LAS OTRAS

(PRIMERA PARTE DE "UNA DE ABANDONOS", A PETICIÓN POPULAR)

-Cariño, que feliz soy contigo y, a ratos, con otra. Sabes que soy un hombre honesto y nunca te engañaría.
-¿Cómo dices? ¿Que andas con otra?
-Bueno, andar, andar… pero sólo a ratos. Mi novia eres tú, que lo sepas.
-Me parece que he tenido ese “honor”, hasta hoy.
-¿Qué quieres decir con eso, mi vida?
-¡Que te dejo, Patricio!
-¿Y eso por qué?, ¡¿qué te he hecho ahora, Amparo?! Ya estás con tus cosas... Es que no termino de entenderte, mujer, a pesar de lo que te quiero. Si estamos hechos el uno para... en fin, ehhhh... ¿Por dónde iba?
-Mira, olvídarme de una vez y para siempre, ¡que no quiero saber más de ti!
-¡Pero, amor, si estamos mejor que nunca! ¿Cómo es posible que me pidas que te olvide? Dame una razón al menos, para que pueda comprenderlo... Amparo, Amparo, Amparooooo... ¡Cuando le cuente esto a Teresa no va a dar crédito!

Ángeles Córdoba Tordesillas


2 comentarios:

  1. Jajaja, muy bueno !!! Un beso y que descanses.

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    1. Pues... no creo que a ella le parezca lo mismo que a ti, a juzgar por su reacción (guiño de ojo).
      Gracias, David. Me alegra que te haya divertido.

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