“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
8 ago 2016
INOCENCIA
Quisiera no saber alguna vez,
lo que pasará mañana.
Borrar de la piel de mi corazón
heridas que terminaron
por cicatrizar en desconfianzas.
Regresa.
Hay muchos nombres propios
por conocer
y muchas horas que compartir.
Trae contigo el amor.
No lo olvides.
En lo más profundo de mí,
todavía creo en tu existencia.
No quiero que el temor
me anide
y albergue en mi interior
a sus crías.
Regresa.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Esa inocencia,ha estado contigo desde que naciste y parte de un lugar muy puro.Hoy puede ser un gran dia,un abrazo
ResponderEliminarGracias, Celia.
EliminarCada día es el mejor.