“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Cotizan en nuestro corazón, que es como la bolsa, pero humanizada.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Manolo.
EliminarPara bichos raros-como yo-que:
ResponderEliminar-nos preocupa más el aire que entra en nuestros pulmones, que el dinero que pueda entrar en nuestros bolsillos.
-Que la palabra valores tiene otro significado que no se guarda en una cartera.
-Y que sístole y diástole, producen más riqueza que cualquier fluctuación de bolsa.
Y para "tipas" raras como yo, Chema, también.
EliminarUn saludo afectuoso y gracias por tu original comentario, entre latidos.