Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

24 jun 2016

YA QUEDA MENOS

-Mucho calor ¿no?
-Bastante. 
-¿Ves que se acerque alguien por la derecha?
-Yo no. ¿Y tú, por la izquierda?
-Tampoco... todo despejado.
-Estará la gente preparando el fin de semana, supongo.
-Fin de semana intenso, se avecina. 
-Intenso, sin duda.
-Y cerca ya la jornada de reflexión
-Pues eso, ya queda menos. 
-Ya queda menos. 
-Oye, no es habitual que nosotros estemos de acuerdo en algo.
-No lo es. Pero en esta ocasión haremos una excepción. 
-¿Y pactos haremos, tú y yo?
-Si no hay más remedio... ¡qué sé yo!
-¿Te has dado cuenta de lo mansos que somos para ser leones?
-¡Ya te digo!
-Y aquí siempre... sin vacaciones. 
-Siempre. 
-Somos los únicos que estamos de guardia las 24h del día los 365 días del año.
-Y nadie habla de nosotros... ¡Ay, Señor!
-Ya ves... con lo que han visto nuestros ojos.
-Y lo que han de ver...
-Por favor, pásame el botijo. Tengo la boca seca.
-Y yo. 

Ángeles Córdoba Tordesillas


Fotografía de los leones del Congreso de los Diputados. Madrid. Hecha con mis gafitas. 

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