El desánimo contempla mi figura seria.
No se atreve a malmeter, como suele hacer a menudo.
Sabe que es demasiado prematuro, en estos momentos,
y no entendería su sarcasmo.
Y de un lado a otro cabalgo las horas con dejadez.
Esperar, no se me da bien.
Y siempre espero…
Cualquier cosa que suceda, nunca será “cualquier cosa”.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
No esperes para desesperar Ángeles. Espera en la confianza, sin que tu mente sufra. Un beso.
ResponderEliminarLa confianza siempre está.
EliminarGracias, Manolo.
Muchas gracias por tus palabras Manolo, coincido contigo plenamente. Siempre en la vida hay que tratar de ser positivo. Un fuerte abrazo hermanita.
ResponderEliminarAsí es, David. Gracias.
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