Por compartir contigo el calor del mediodía.
Mirar juntos las gaviotas volar sobre el mar.
Tumbarnos en la arena de costado y frente a frente.
Enamorándonos a cada hora.
Tanto al amanecer, como al llegar la noche y de madrugada.
Loca por dedicarte cada uno de mis poemas y verte sonreír.
Loca, porque algún día me llames: Mi amor.
Loca por serlo.
Y es locura sin cura, me temo.
¿Qué dices… que si te acompaño a ver una película de cine negro?
¿Dónde estás? Ve sacando dos entradas, enseguida llego.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
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