donde falta poco para que el recuerdo me trague entera,
me tiro al barro de la memoria de un momento
en el que los planetas se conjugaron y nosotros jugamos
como dos ludópatas del amor.
Y mi corazón osado
ganando la partida
al tuyo,
que cada vez más cercano
y más perdido
seguía apostando y apostando…
Aquella madrugada
ambos fuimos ganadores y ganados.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Escena de la película de Roberto Rossellini: Roma città aperta 1945 |
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