cortar a ras del suelo,
para que se marchite,
este sentimiento.
Seguiría creciendo
y creciendo...
He de arrancarlo de raíz.
Y cuando lo consiga,
ni una posibilidad remota,
ni la simiente de su semilla,
ni su sombra,
ni la sombra de esa sombra,
ni la huella de la huella,
ni el recuerdo del recuerdo,
quedarán
del amor vivido.
Si te vas,
si me pides que te olvide…
y te olvido.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
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