y zumo de besos
con una guinda de ternura.
Seamos como la miel y los niños.
Dulces y llenos de luz.
Comencemos el día saltando,
y, como mariposas, volando.
Confianza al mediodía.
Llegada la tarde, bellos recuerdos.
Y todavía esperanza, para cenar.
Cuando nos encuentre la noche
compartiendo
el mismo rincón en el mundo,
cubierto de los pétalos
deshojados,
en el trascurso de las horas,
de la vida...
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Gracias por la fotofrafía, G. R. |
Que dulcisimo desayuno.Gracias un beso
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