No dejes que llegue a levantarte la voz.
Le enfermedad es un grito desgarrador.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Es como una maldicion la enfermedad. Entiendo que si no escuchas a tu cuerpo a tiempo, puede llegar el dolor. El problema es que te llegue sin previo aviso y sin que el mal se merezca instalarse en tu cuerpo.
ResponderEliminarUn beso Ángel
Yo creo que siempre nos da algún tipo de aviso pero no siempre tenemos la disposición o la voluntad para poner la atención suficiente, Manolo.
EliminarYo no la veo como una maldición sino como procesos que tienen siempre algún sentido pese a que para nuestra razón, en muchos casos o aspectos, sea incomprensible.
Otro beso para ti.
Si, no se la clave es, estar vivo y poder reconocer ese dolor. Cuanto antes pasen mejor. SALUD y un abrazo
ResponderEliminarSiempre salud, Celia. Gracias.
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