“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
7 mar 2016
UNO MÁS UNO, DOS
-Si no lo es para usted, no lo será para nadie.
-Gracias por su respuesta, no se imagina cuánto me tranquilizan sus palabras.
-De nada, hombre. No arrastre el tubo de escape, cuando arranque el motor. Y la próxima vez, manténgase fuera de mi pista. Voy a hacer descender la nave, de inmediato.
-Aterrizar, se llama.
-Lo sé. Apártese, por si acaso.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Jajajaja, muy ingenioso !!
ResponderEliminarGracias, David.
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