Necesitas calidez, aventura, ternura, comprensión.
Alguien que te induzca a hacerte las preguntas incómodas pero necesarias.
Que te rete para que no te conformes con lo que tienes o con lo que no.
Que te impulse para lograr aquello que siempre deseaste alcanzar.
Que te incite a descubrir tus contradicciones, tu mundo interior, tu sensibilidad.
Lo que eres capaz de abrazar y de abandonar.
Que te desafíe, te subleve a veces, que te deje ganar, que te derrote...
Que te ponga un espejo delante para que puedas verte.
Que te enoje, que te muestre tu ira y tu compasión.
Que te ayude a reconocerte; a distinguir tu ego de tu corazón.
Que te recuerde que el día más importante es éste.
Necesitas humor y sobre todo amor, y cuanto más mejor.
¡Pon un ángel en tu vida!
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Ya tengo un Ángel que me atempera, que me quiere, que me anima, que es mi amiga. Está por aquí cerca.
ResponderEliminarSeguro que lo está.
EliminarGracias, Manolo, por seguir el rastro de esta nube.
Esta prosa que has escrito, es una maravilla de las buenas.Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro de que te lo parezca, Celia. Gracias por expresarlo de esta forma tan espontánea... de las buenas.
EliminarGracias por éste regalo tan bonito y tierno, música celestial para los oídos al leerlo una y otra vez..feliz martes, un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti, David, por leer una y otra vez lo que escribo. Tú tienes la suerte de tener un ángel pelirrojo muy cerquita de ti. Eso sí que es un auténtico regalo. Otro abrazo para ti. Feliz tarde.
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