“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
13 sept 2016
LA NOCHE
con sus luces al fondo,
nada sobre la vida
humana.
Preguntas incesantes
vagando entre
enigmas y quebrados
mentales.
Amiga y compañera
de mis lutos personales.
Llantos y risas
a escondidas.
Juegos prohibidos
y consumados.
Se suelta el cabello, desmelenada,
y sus rizos caen
sobre los hombros de la calma.
Todo cobra sentido
y a la vez
nada existe
mientras tanto.
En la oscuridad apacible
se ocultan
las verdaderas caras
y algunas máscaras
bajo la almohada.
Sin la noche
no hay descanso
ni tregua
en la lucha diaria.
Y un gato que me mira,
a estas horas,
con atención se para.
Es el mismo gato de siempre.
el de ojos de sueño cómplice
y espía.
Regreso a casa,
a dormir las “buenas noches”
que mañana será otro día.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Me ha encantado, un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro.
EliminarGracias, David.