“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
9 sept 2016
TRAJÍN NOCTURNO
-Pero Martina, no puedes comer tantas medianoches, de madrugada, porque tiras por tierra la dieta que haces diurna, de comer poco o nada. Eso... y que llenas la cama de migas.
-Caray, es que me acuesto con un hambre voraz… ¿qué quieres que haga, Filipo?
-Pues calmarte y besarme, a ver si así se te pasa el apetito.
-¡Si, hombre… tendrá mucho que ver el vacío de estómago con el corazón para esos haceres del amor!
-Pues si quieres mañana probamos. Igual te llevas una sorpresa y estás tan entretenida que adelgazas sin darte cuenta.
-Bueno, me gustaría darme cuenta, por lo menos. Y eso que dicen que el dulce engorda pero yo contigo, y tu cariño, ni un gramo he ganado, que todo ha sido por comer a destajo. Te quiero Filipo, desde que te conocí, trabajando como gondolero en Venecia aquél domingo…
-Y yo te amo, Martina, y aunque no seas tan esbelta como Mónica Naranjo, me da lo mismo.
-Muy bien, pues mañana ración doble de cariño, te la has ganado a pulso… acelerado, Filipo. Ahora ya, satisfecha por las medianoches y por el acuerdo futuro establecido… durmamos, amor mío.
-Venga, que los kilos esperan… y esos acuerdos, bien acordados, no sólo son para los políticos…
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario