Y el miedo se lanza de cabeza por él.
Sé que persigo un imposible…
que la noche es vencida siempre por el sol.
Los humanos con sus críticas y juicios,
no dejan crecer alas en los cuerpos.
Y no sé caminar con los pies.
Se abre ante mí un universo sextidimensional,
me arrojo ya sin temor.
Lagunas con lunas de mediodía arrimadas en las orillas.
Voces cantando dulces canciones
como nanas para despertar las almas.
Estrellas por las paredes de mi casa.
Allí, donde tú y yo podemos vivir sin temor
todos nuestros futuros posibles.
Con flores en la mesa y cubiertos para uno.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Convivencia con nuestro alter eho
ResponderEliminarInterpretación al gusto del consumidor. Buen día, Manolo. Gracias por tu comentario.
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