y los barrotes de mi jaula rotos...
Si me oyes reír
y respirar el olor de la libertad...
Sabe que te espero
para que acompañes mi vuelo,
hasta el infinito y más allá.
La felicidad es un pecado
que tendríamos que expiar
juntos.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Hermoso. Y la canción también.
ResponderEliminarGracias, Manolo.
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