“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
15 jun 2017
LA SENCILLEZ
Parece igual que las demás, aunque es única, irrepetible y… efímera. Lo que la hace ser más hermosa y valiosa todavía.
El secreto sublime, de esa simple flor, es que su esencia es atemporal, porque está unida a la divinidad. Así, solo se ocupa de nacer y crecer.
¡Y cuán maravillosa es esta oportunidad de estar viva, que hasta de una simple florecilla del campo, tengo algo que aprender!
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
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