“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
No te digo más...no me ha quedao otra que compartirlo en mi muro...;)
ResponderEliminar¡Qué buena noticia, Fátima!... Compartir estas dos calles tan nostálgicas... Gracias, amiga. Hay tanta riqueza en el contacto con los pueblos, con la naturaleza... como en tu corazón.
EliminarDos calles se funden en un sentimiento. Chagall y Kandinsky se evocan con pinceladas de emoción. Y mi corazón se empapa de ese texto que pinta la agonía de un mundo rural con las grandes dificultades para sobrevivir que me constan y he podido sufrir y presenciar.
ResponderEliminarDos obras que se conjugan armónicamente, texto y pintura. La emoción no puede evitarse, es parte de ti, Ángel.
Emoción la que siento ahora al leer estas líneas, con todo ese cariño que desbordan. Chagall y Kandinsky... casi nada...Muchas gracias, Francisco. Un abrazo.
EliminarVivir en un pueblo, verdaderamente es tan reconfortante como tener amigos como tú. Al fin y al cabo, como sentirse en casa.
Precisamente mañana vamos a un pueblo igualito que el que has descrito. Muy bien y con gran acierto. Un pueblo considerado dentro de los 10 más pequeños de España, con cuatro empadronados.
ResponderEliminarAsí que como ves, sé bien de lo que escribes y cómo se sienten esas solitarias calles una enfrente de la otra, mirándose aburridas.
Un besito, guapa.
Pues disfruta de ese pueblo y dale mucho cariño, que tú lo tienes en abundancia. Esas calles te mirarán a los ojos, emocionadas, y sabrán agradecértelo, Arantza... No dejes de transmitirles mi respeto y afecto. Gracias por tu comentario. Ya me contarás.
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