Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

13 may 2015

ENTRE MIS MANOS

Te escurres como un pez,
como un segundo.
Una historia de amor
no puede irse como humo,
dejándote las manos vacías
y el alma rota.
No puedes marcharte
para siempre,
antes de habernos amado
hasta el infinito
y vuelta.
No me vale ninguna razón.
esto no va de razones.
Va de corazones
sincronizados.
No dejaré que te escurras…
Juntaré bien mis manos
para que no te cueles
por las rendijas del tiempo
y te amaré largamente
con la sombra de su latido.

Ángel C. T. ©2015


2 comentarios:

  1. Uff qué hermoso, qué emotivo, ¿Qué don hace falta para escribir algo tan bello?

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