“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Tu eres único e irrepetible, si no eres tu, no lo eres ni para ti ni para los demás. ¿Con 14 años se te ocurrían esas cosas? Que sabios 14 años.
ResponderEliminarÉstas y otras peores... Muchas gracias, Manolo!
EliminarA veces nos perdemos un poco entre los demás. Pero es tan bonito asomarse al interior de uno mismo y sacarlo afuera...
ResponderEliminarEs bonito y necesario. Y cuando uno lo hace, se da cuenta de que también es lo justo para él y para los demás.
EliminarGracias por este comentario tan inspirador, Fátima.
A veces nos perdemos entre los demás. Pero es tan bonito, asomarse al interior de uno mismo y sacarlo afuera...
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