Haberte dicho que sólo siento hacia ti un inmenso cariño y una infinita compasión.
Que estoy agradecida por todo lo que me has dado, tanto lo que me hizo feliz como lo que me hizo daño.
Y también por lo que he aprendido de ti y contigo.
Me hubiera gustado estar a tu lado, sonreírte y decirte que te quiero; que todo el rencor que tenía se ha disipado, pero he tenido miedo de sentir, una vez más, tu rechazo. Y confieso que esta vez no lo hubiera podido soportar.
Pero me siento triste porque mi deseo hubiera sido compartir contigo el día de hoy.
Si es verdad que no es real la distancia que separa a dos seres humanos espero que hayas sentido ese abrazo, mamá.
Ángeles Córdoba Tordesillas
No hay comentarios:
Publicar un comentario