Y tantas veces la descuidamos. “¡Salud!”, pedimos y deseamos a los demás, en días señalados. Pero luego olvidamos, frecuentemente, prestarle a nuestro cuerpo y a nuestra alma, la atención que necesitan.
Mañana cumpliré un año más, gracias a Dios. Sé que soy afortunada por poder seguir por aquí y celebrarlo, habiendo pasado por un proceso tan complejo y severo, como es el cáncer.
Agradezco también, que siempre me suceda algo, que me recuerde cuán efímera soy. Algo que me da un toque de atención, que me mantiene alerta. “Recuerda, recuerda”, -me susurra el corazón-. “El tiempo pasa y no estarás aquí por siempre… recuérdalo”.
Porque nunca se puede dar nada por garantizado.
Entonces pienso en todo lo que me queda por hacer, por sentir, por descubrir, por compartir, por amar… ¡por vivir! Y quiero aprovechar cada segundo y extraer toda su esencia.
Y cada día intento perdonar un poquito más, confiar un poquito más, comprender un poquito más, y respetar un poquito más. Porque cuando me vaya de aquí, quiero hacerlo felizmente y ligera, igual que vuelan los ángeles sin ningún peso que oprima sus alas…
La vida es lo más valioso que tenemos. No hay tesoro que pueda comparársele.
Es todo lo que quería expresar hoy, desde mi nube y con gafitas.
Que tengáis un excelente y consciente día.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Doy gracias a Dios y a la vida por ser tú hermano y tú amigo y poder disfrutar de tú amor, vitalidad, sabiduría y comprensión. Hoy, más que nunca, le pido a Dios y a los ángeles que te cuiden y protejan por muchos años más, ese es mi regalo para ti. Y así poder seguir compartiendo momentos y vivencias únicas. Muchos besos y abrazos con todo mi amor desde lo más profundo de mi corazón. Feliz cumpleaños Ángel, te quiero siempre.
ResponderEliminar¡Qué mensaje tan amoroso y magnífico, David!
EliminarMuchas gracias, por ser una persona tan transparente y de sentimientos tan puros. Tú sabes que vamos en este barco juntos y siempre hacia adelante.
Yo también te quiero con toda mi alma, mi hermano pequeño pero tan grande. Eres generoso hasta con las palabras y los deseos. Seguro que tendremos la oportunidad de seguir compartiendo momentos felices por mucho tiempo. Los disfrutaremos inmensamente. Un abrazo grande.
Ángel, desde el día que tuvimos aquella conversación caminando por el pantano de Pedrezuela supe que había encontrado el ángel que siempre he sabido que existen, la consciencia de lo efímera que es la vida es el privilegio de los que abatidos por los golpes del sufrimiento hemos decidido coger el toro por los cuernos y vivir! Dejando atrás aquello o a quienes sabemos conscientemente que nos quita la vida. Un beso grande y muchas gracias por tu lección de vida y por tu blog. Mónica
ResponderEliminarQuerida Mónica, el agradecimiento es mío hacia ti, por prestarme un rato de tu vida en ese paseo y mucho de tu corazón.
EliminarEs un privilegio el que te asomes a esta nube y muestres interés por ver lo que en ella publico.
Hay personas que pasan por nuestra vida, casi sin hacer ruido pero nos dejan huella para siempre. Eso has hecho tú en mi camino.
Feliz 2017.