se me hace largo el día.
La tarde se extiende hasta la noche,
la noche hasta la mañana.
No disiento de nada, no hago ruido.
Encogida, sin ocupar espacio casi,
para que no se entere la muerte
de que aún existo…
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Que no se entere la muerte de tu existencia, que no llame que no estas, y yo tampoco hala. Preciosa la música.
ResponderEliminarIntentando darle esquinazo. Que se olvide de que existo... a ver si hay suerte y lo consigo.
EliminarGracias, Manolo. No estamos ninguno de los dos... por si se le ocurriera pasarse a visitarnos o me cambiaré de domicilio.
Me ha gustado el comentario de Manolo, pues yo pienso lo mismo. Ale a vivir que son dos dias. Un abrazo
ResponderEliminar¡Pues a ver si son más de dos!
EliminarGracias, Celia.