Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

28 dic 2015

DÍA DE INOCENTES

ANTES DE ANTES

Antes de yo nacer, resulta que no existía nada.
Solamente dos hermanas mayores.
Así las llaman. 
No había mundo ni gente dentro.
Todo se formó después.
La Historia es inventada.
A Dios gracias que nunca la creí. 
Los campos, decorados naturales, y el sol, y la luna, atrezzo.
Nada de mar ni de estrellas.
Nadie habló nunca de arte ni de poesía.
Nadie pedía a su jefe vacaciones en agosto.
No se habían inventado los meses ni los calendarios.
El doctor dijo:

Es niña, tercera y fea ¿qué hacemos con ella? 
-¿Se mueve?-Preguntó la tía por parte de padre.  
-Como una ardilla perpendicular en plena vorágine de búsqueda de alimento.
-Entonces tendrá desparpajo...
-Algo. Pero es más chiquitita que un trocito de mantequilla. 
-Entonces, también será escurridiza. A ver si es pequeñita pero bien aprovechada y todo, en ella, va a ser pasión por la vida. -Dijo la comadrona con intenciones animosas. 
-¿Usted conoce algún caso así?-Inquirió el médico.  
-Algún caso he conocido, sí. Y será inocente, supongo.-Añadió ella. .
-Eso está garantizado.-Asintió el doctor 
-¿Tendrá algún talento?- Quiso saber la monja, con el rosario entre las manos y dispuesta a rezar el Ángelus. 
-Bah, no lo creo. Tiene pinta de ser un zote.-Respondió el doctor, presumiendo de dotes de adivino.-
-Vaya.-Se lamentó la religiosa con cara de resignación.
-Bueno… ¿Entonces qué hacemos?-Interrogó de nuevo. 
-Lloremos. –Sugirió la maniquí parturienta; no estaban inventadas las madres. 

Pero aún no se habían sembrado ni las alegrías ni las penas y no habían crecido las lágrimas...

Ángeles Córdoba Tordesillas. ©


Retrato de MIS GAFITAS.
(Agradecimiento especial al autor de este monigote con gafitas y alas)  

4 comentarios:

  1. Como decía mi padre "hijo mío tu naciste pequeño pero delgado". Esmirriado, pero no se dio mal la vida esa en la que el recién nacido iniciaba su andadura. Que bien lo cuentas y como me gusta

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    1. Gracias,Manolo. Algo grande tendremos los pequeños, ¡seguro!

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  2. Genial, divertido y agudo relato !! Un beso

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