No existe amnesia de corazón.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
No se olvida es cierto, por más que digan que la memoria es selectiva. Vaya foto la de tus gafitas, preciosa
ResponderEliminarEso creo yo, por experiencia personal. Otra cosa es perdonar, eso siempre se puede hacer pero lo que de verdad te ha llegado al corazón, en algún momento, allí queda para siempre. Gracias por comentar, Manolo.
EliminarEl dolor tiene que desaparecer. Que impere el amor
ResponderEliminarRecordar el dolor es tan importante como recordar el amor. Todo vale si sabemos hacer que valga, pero entiendo lo que quieres decir. Gracias por tu comentario, Celia.
EliminarHá uma diferença substancial,o amor buscamo-lo e desejamos o seu encontro.
ResponderEliminarEsa diferencia entre los dos verbos es importante para nosotros pero no para la buena memoria del corazón que recuerda ambos con la misma intensidad. Gracias, Eduardo.
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