Si estás satisfecho con las lecciones que vas aprendiendo
y lo proyectos que realizas.
Si el perdón tiene un lugar privilegiado en tu hogar
y la alegría convive con la esperanza.
Si dejas que el corazón te guíe en tus sueños.
Si el agradecimiento habla por tu boca.
Si las decisiones que tomas son justas y ecuánimes.
Si has puesto amor en cada cosa que has hecho, durante el día
Si al final de éste, eres capaz de sincerarte contigo mismo.
Si antes de dormir tu conciencia y tú estáis en paz,
puedes sentirte un verdadero triunfador.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Fragmento del "Triunfo de Galatea" de Rafael. (Renacimiento) |
Estupendo,no se que mas decir. Me ha gustado la prosa tuya y el fragmento tambien.Un beso
ResponderEliminarYa has dicho bastante, Celia. Seamos triunfadoras pero de verdad. Gracias. Otro para ti.
EliminarEstá genial escrito. Y no, no doy un yrounfafor
ResponderEliminarNo sé si lo eres o no, pero tienes la valentía y la honradez de admitirlo... ¡Y eso ya es un triunfo!
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