no la cierres de un portazo.
Ángeles Córdoba Tordesillas. ©
Fotografía hecha por mi amigo Sebastián Rosell Ramírez. (Gracias por cedérmela) |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Nunca se me ocurriría, o sea, nunca.
ResponderEliminarGracias. Ahora sólo falta que no haya corriente...
EliminarNo,ya ves permanece abierta todavia. Esa de la que hablas es la puerta del corazon, a que si.Por cierto, que bonita casa donde vives.Un abrazo
ResponderEliminarEsa misma, Celia. Gracias. La casa es fantástica y está magníficamente fotografiada por mi amigo.
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