y ha llegado hasta mi casa
para chivarme que todavía me recuerdas.
¡Oh, la la, la vie est belle!
Le he servido un vaso de agua
y le he dejado sentarse en mi sillón. Venía exhausto.
Y le he puesto esta canción para que se relajase.
No sé si es muy refrescante pero es la que tenía a mano.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario