Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

19 oct 2023

"PENSANDO EN BURGOS"

Hola, amigos. ¿Cómo estáis?

Espero y deseo que continuando felices, cada cual con su vida, pese a los estragos de la pandemia sufrida.

Después de más de cinco años de ausencia, me vuelvo a subir a esta nube por un motivo especialmente sentimental para mí.

Hace unos días; concretamente el 14 de octubre, tuvo lugar en el pueblo de Villadiego (Burgos) la presentación del libro "Pensando en Burgos: Estampas a través de la guerra", de mi tío Emiliano Córdoba Orejón. Libro cuya lectura recomiendo por su valor histórico y peculiar estilo literario. 


Portada del libro, 
realizada por Adrián de Lózar Moreno.


Gracias al interés, el tiempo y el esfuerzo invertido por Luis de Lózar, para la reedición de esta obra, ha conseguido ver la luz por segunda vez. 

A pesar de mi deseo de estar presente en dicho evento, por causas ajenas a mi voluntad, me fue imposible asistir. "Hay que saber conformarse", decía siempre mi padre. Me conformé pero decidí participar de la manera que estaba a mi alcance, Y lo hice con este escrito que mi sobrino tuvo la amabilidad de leer a todos los asistentes y que ahora comparto con vosotros:

"Buenas tardes,

Al pasado no hay que volver, no, pero es conveniente recordarlo para no cometer de nuevo los mismos errores.

Los tiempos cambian. Ya estamos en plena era tecnológica, parece que cómodamente instalados en el "progreso". Ya tenemos aquí incluso la inteligencia artificial. Así que sí, las circunstancias externas son otras. 

Sin embargo, el ser humano, en algunos aspectos, no parece haber evolucionado demasiado. Sigue alimentando su codicia. Continúa con sus envidias, con sus miserias, con esa sed insaciable de poder y de control, de control y de poder. Guerra tras guerra, muerte tras muerte, va sumando así crímenes a la historia de la humanidad. 

¿Y hasta cuándo?... Me pregunto, nos preguntamos.

Hasta que decida vivir de forma consciente. Hasta que entre en razón; en la razón verdadera, en esa que procede del co-razón. La que no necesita pelear con nadie para triunfar. 

Hasta que descubra que la mayor satisfacción está en compartir, no en poseer. En ser, no en tener ni en aparentar. 

Ojalá sea pronto porque en el momento en que sucediera esto, pararían de inmediato todas las guerras en el mundo. 

Algunos no perdemos la esperanza. Y es necesaria mucha esperanza...

Hoy debemos reconocimiento a Emiliano Córdoba Orejón, por dejarnos escrito este trozo -trágico trozo- de su memoria. 

Con su libro "Pensando en Burgos", por fin regresa a Villadiego, a su pueblo natal, dejando el testimonio en sus páginas de ciertos hechos dramáticos acaecidos, en forma de relatos, a partir de los cuales tuvo lugar el triste desmembramiento de la familia Córdoba Orejón (una familia sencilla y honrada, cuya única ambición, como la de tantas otras, era la de trabajar para ganarse el sustento diario y aspirar a la realización de sus sueños, compartiendo unidos los momentos de felicidad que les hubiera deparado la vida) y su exilio al país vecino, donde permaneció hasta su fallecimiento. 

Bueno sería que nos sirviera a todos sus lectores como reflexión para tomar conciencia de que la razón no pertenece a ninguna ideología. Que no es de derechas ni de izquierdas. Dejemos que siga siendo libre para que podamos vivir en paz con nosotros mismos y con los demás, en respeto y concordia. Sin tener que lamentar una muerte más por nuestra inconsciencia, amparándonos en nuestras subjetivas razones. 

Quiero mencionar y agradecer a Mª Cruz de Grado Tijero, que en paz descanse (a quien tuve la gran suerte de conocer), no solamente por guardar en la despensa de su casa, la bolsa del comercio de mi abuelo Pascual, sino en la memoria de su cabeza y de su corazón, el recuerdo de la familia Córdoba Orejón, de mi familia, porque sin ella no hubiera sido posible que todo esto sucediera. 

Me gustaría agradecer también, cómo no, a su hijo Luis; artífice de esta iniciativa, por ser uno de esos hijos que ha sabido escuchar a su madre e intentado y conseguido complacerla en ese bello deseo de reencontrarnos.

Así como a las personas que le han apoyado para lograr que él se animara a reeditar el libro de mi tío. 

También a mi sobrino Ginés Córdoba Palacio por asistir al presente evento y leer estas líneas en mi nombre. 

Y, por último, agradezco su presencia aquí a todos los que están. Ojalá estuviéramos todos los que somos. 

Saludos y paz.

Ángeles Córdoba Tordesillas". 


El libro se puede adquirir en La Librería Del Espolón. Paseo del Espolón 30 en Burgos. También podéis solicitarlo por teléfono, llamando al: 947 203 135. 

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Adjunto el enlace de la página web de Luis de Lózar por si fuera de vuestro interés saber más:


Agradecimientos a Ana Barbero de la Peña por contribuir con un relato propio.
También a Celia Barbero de la Peña por las sugerencias dadas para la mejora del texto, a Carmelo de Lózar y a Mauro Torres, por ampliar la información del contenido del libro. 
Y por último, a Ángel López Urbaneja por aportar la foto de sus abuelos. 

Gracias siempre a todos vosotros, lectores, por volver a navegar conmigo en esta pequeña nube

Cartel del anuncio para la presentación del libro, 
realizado por Luis de Lózar.