Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

28 feb 2015

BUSC-ARTE

Suelo busc-arte
en inexistentes recuerdos
de un pasado común.
En mis pensamientos más sutiles.
En sueños románticos
y en la dulzura de un despertar,
pensándote. 
Entre las manchas de pintura
o escondido en mis papeles escritos
y dibujados con garabatos.
Ser detective por ti,
sin pretensiones de artista
y seguir haciendo pesquisas,
aquí, allá y acullá…
(no, acullá no me gusta tanto).
Puedo busc-arte,
en los silencios de la gente,
en la interminable mirada
de algún animal herido...
En la sonrisa gratuita de un niño,
en la pureza de un bebé,
en la lluvia que resbala por mi cara,
besándome, despacio, los labios.
En la alegría del arco iris
o en la forma de esas nubes
cuando te busco,
como al mismo arte,  
tumbada sobre el suelo.
entre el cielo y la tierra.

Pero me pregunto 
si quieres que te encuentre
para am-arte.


Ángel C. T. 2013

DON "NOSEQUIÉN", HOMBRE DE BIEN.



Perdió cuatro versos de las rimas gallegas de su madre, unas sí y otras también, de talle fino y no digo nada de las leyendas.

Escondido tras las palabras, procede de cualquier viento de primavera que lo lleva por delante, al capricho del hambre y de las ganas de aventura. Nunca le dio a droga ni dura ni blanda. Solo tenía ojos para las pestañas. Hecho un primor de temporada salvaje, con moto ruidosa y sin afeitar, a lo moderno. A tres disgustos y medio de terminar la carrera de filosofía y estampas.

Pasó el tiempo por la puerta de su casa y lo convirtió en un adulto con posibilidades. Comenzó a interesarse por las mujeres delicadas y, también, con instinto maternal... Tal vez necesitado aún de una madre compostelana. Llegó a tener numerosos romances con parada y fonda, digo funda. Pero no culminó en nada serio. Normal, tratándose de un payaso, sin profesión alguna.

Es un solitario y empedernido vividor, en el presente continuo. Sin oportunidades para la generosidad ni la abundancia. Pasea cada día por la nostalgia… sendero va, sendero viene, se como las moscas de aburrimiento. No hace bricolaje en el tiempo de ocio. No tiene maña suficiente. Conduce durante horas para no ver tanto la tele, algunas veces. Otras, le quita las pilas al mando a distancia y las esconde. La comida se le pasa de fecha y los huevos caducan en su nevera.

A veces recibe alguna llamada… de alguien que pregunta por otro:
-No, se ha equivocado, aquí no vive ningún canario llamado Alfonso.
-Usted perdone.
-No hay de qué… Yo me llamo Alfonso también, por si quiere conversar conmigo, estaré encantado, pero no soy canario. Me gusta la música clásica, y los deportes sin riesgo, tengo buena presencia, de mediana edad, ojos castaño pardo, educado, de buena familia y bla bla bla…


Ángel C. T. 2014 

27 feb 2015

EL PLACER

No se puede dar placer sin placer.
Solamente se puede complacer,
con placer.

Ángel C. T. ©2013


Fotografía de Piero Molinari.

LA CONFIANZA

La confianza produce serenidad.
La serenidad, confianza.

Ángeles Córdoba Tordesillas  ©


Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

EL CONCURSO

-Necesito ganar ese concurso de belleza. He tenido que comprar al jurado.
-¿Qué disparate has hecho?... ¿Para qué lo quieres luego?... ¡Era suficiente alquilarlo!


Ángel C. T. ©2014 

TOMA-DURA DE PELOS

-¡Silencio… se rueda!
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-No me enredes.-Le dijo un pelo femenino a otro masculino.
-No te preocupes… no soy de aventuras fáciles. Cuando me comprometo, me compro un metro.-Advirtió el otro. Quedándose más largo que ancho. 
-Pues yo una laca-motora, y a correr, no te digo… o una peluca protectora.
-Vaya corte que me has dado... y eso no se lo consiento a nadie. Nada favorecedor, por otra parte. No te pases conmigo ni un pelo, te lo advierto.
-¡Anda ahí que te ondulen!
-Y a ti que te cepillen.

Y el uno al otro, enfurecidos, se mesaron los cabellos a troche y mechas.  
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-¡Corten!... Bien… ahora la toma blanda.-Ordenó la directora.
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Y ambos cabellos se tomaron del pelo y se envellesaron:

-Siempre nos quedará algún rulo por compartir…-Dijo el masculino.
-O alguna horquilla ajustada…-añadió el femenino, envellesada todavía…
 -Me gustan tus reflejos, te lo digo como lo siento.
-Gracias por el cumplido.
-¡Mi cabello de ángel... eres en mi vida, como un baño de color! Y no te rubo-rices que te veo.
-Pues tú, el cabello más cabelleroso que he conocido hasta hoy. Quiero una relación contigo...permanente.
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Un pelín más tarde:

-Se me ha puesto el pelo de punta, con la última escena- Confesó la directora al guionista, al terminar de rodarla.
-Es que está muy lograda. Realismo puro. Vamos, te invito a un café… para celebrarlo. Mi pelo va detrás del tuyo… desde hace días. ¿No te habías dado cuenta?
-Para nada… ¡Qué vello es vivir!

Ángel C. T. 2014  


LA VIDA ES CAMBIO

Mi vida cambia como el paisaje...
Ayer había nieve en las montañas,
hoy ya no.

Ángel C. T
.

Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. 

26 feb 2015

AVES DE LA PASIÓN

Mágico y delicioso
el sentir de dos cuerpos,
refugiados en la media noche,
comiéndose a besos.

Y cuando se produce este momento,
el mayor de los gozos,
todo queda inmerso
en un estallido
de silencio,
bajo un cielo estrellado.

En este paraíso de dos,
nada más las aves
de la pasión,
tienen permiso
para revolotear
entre esos dos cuerpos,
con un mismo alma,
donde hacer su nido.

¿Cuántas peripecias
ha de pasar un beso,
para que consiga posarse
como un pajarito,
fatigado y hambriento,
que busca alimento
y descanso
en tus labios?

Los míos llegan de lejos.
Románticos emigrantes,
vencidos por la soledad
y el frío.

Han volado durante años,
buscándote.

Necesitan cobijo.
Por favor, dáselo
cuanto antes…

Y te enviaré más.

Ángel C. T. ©2014


Imagen de su autor.

SIEMPRE SOLA PERO NO SOLEDAD

Érase una doncella libertina. Perdón, divertida. Se hizo un traje con un mantel de cuadros para acudir a una fiesta de botijos de barro cocido... madrileño. Así, sin complejos ni nada,  porque era bastante apañada y no tenía para modelitos caros.

Se colocó unas enaguas de tul, en el interior de su cuerpo, y se pintó los párpados con brillantina de chino. Pensó que alguien bailaría con ella pero tuvo que aprender a bailar suelto, música moderna… de la de sus tiempos. De recuerdo, se quedó con el asa de uno de los botijos de cerámica, el único que era de Talavera de La Reina. Casi nada,  pensó. Y siempre sola. Menos mal que no se llamaba Soledad.

Hizo un curso de parapente porque amaba las alturas. De pequeña,  se deslizaba como nadie, por el tobogán. De mayor, los deslices eran exiguos. Pero nunca se lamentaba por nada. Muy moderna e informal en el vestir, sin collares ni abalorios. Contemplativa y romanticona.

Iba al cine una vez por semana; a los estrenos nada más. Comía gominotas, para engordar los sueños, y se sentaba en el centro de la sala a ver pasar al público hasta que comenzaban los spots publicitarios. Para el teatro no tenía. Era de escasos recursos económicos pero conformista, como digo. Y siempre sola.

En una de esas tardes de martes a jueves, tras pasar por la ventanilla de la taquilla para sacar la entrada del cine, se le acercó un niño travieso y le pegó un chicle en el pelo. No supo qué hacer mas que llorar. Y lloró y lloró, hasta inundar la sala. ¡La que se lió en ese cine del centro...! Alguien llamó al fontanero de guardia y a los bomberos. Y allí sucedió Lo imposible… mientras uno de ellos intentaba desprender la goma de mascar del pelo de su cabello, sin tomárselo ni en broma, un destello de los dientes de Úrsula se escapó hacia los ojos del héroe de carne y hueso, lo envolvió con su fulgor y le dejó patidifuso de amor.

Fue tan fuerte el sentimiento que despertó en el funcionario del Ayuntamiento que se hicieron inseparables desde ese mismo momento. Éste héroe, vocacional, no pudo menos que pedir la tarde libre, como para asuntos propios, y quedarse a ver la película con ella. Pero como no había butaca disponible a su lado, pues ya estaba vendida, hubo de conformarse con sentarse tres filas más atrás de su recién enamorada. Sólo podía ver la cima de su cabeza. No tuvo la menor importancia esto… Sus corazones, cuales iconos, flotaban por el aire… saturado de olor a palomitas de maíz y ambientador especial cines. Eso sí… a la salida se esperaron y se regalaron algunas carantoñas y tres besos tipo pico.

Actualmente van y vienen, y por el camino se entretienen, los tres: Ella, él y su manguera. Es fácil ver la silueta de este trío alejándose por el sendero del romance, con la contaminación de fondo, y una hermosa banda sonora, imaginaria, de final feliz de película. Todo es imposible… hasta que deja de serlo. Sobre la manguera sólo tengo que decir que no veo adecuado, la verdad, que le siga a todas partes pero siendo un bombero vocacional... puedo entenderlo. Es por seguridad, dice la manguera. 

Ah, el título de la película lo he mencionado de refilón, por si fuera de tu interés. No sé si te habrás enterado. Un filme de esos que se quedan en la memoria por el dramatismo que conlleva… Tremenda experiencia familiar, también con final feliz. Todos los protagonistas vivos. Igual que los de este relato. Del niño del chicle, no he dado descripción física para no crear alarma social.  

Úrsula, española, con derecho al voto, a pesar del nombre -es más mono Soledad-  no volvió nunca más a ir a fiestas de botijos  ni al cine sola… ni a tomar gominolas. (Ñam, ñam… con lo ricas que están).

                                                         FIN O VAYA USTED A SABER


Ángel C. T. ©2014

25 feb 2015

LA NATURALEZA

Observando con fruición, la naturaleza, en general y a los insectos y otros "animales salvajes", en particular, puedo afirmar rotundamente y sin temor a equivocarme que:

Los escarabajos, además de tener mucho desparpajo porque rima, son persuasivos y evasivos. Por mucho que les interrogues no te responden ni a una pregunta sobre el tiempo.

Los gusanos, valientes, obstinados y cariñosos. Seguro que esto te sorprende pero es muy cierto. Lo he comprobado personalmente.

Los mosquitos tormentosos y depresivos, qué vamos a hacerle, carajo.

Las lagartijas huidizas, ya sé que no aporto novedad, en este punto. Pero según mi criterio psicológico se debe a algún trauma de tipo extraoficial.

Las cigüeñas tranquilas… a veces, hasta rozan la holgazanería. Siempre se justifican con eso de que están recogiendo minucias, acá y allá, para construir los nidos. El caso es que mirarlas produce serenidad, entonces se les perdona todo. Y luego, como tienen esa gracia volando…

Las hormigas, por el contrario demasiado hacendosas. Organizadas, impetuosas, con gran confianza en sí mismas y muy voluntariosas. Como se les meta entre antena y antena que se cargan a la espalda  un elefante, no te apuestes nada con ellas que lo pierdes.

Las abejas observadoras, curiosas y grandes investigadoras. No necesitan licenciatura de ningún tipo para doctorarse en ciencias de la naturaleza. Ellas están al tanto de todo lo que ocurre alrededor. No se les escapa detalle. Intuitivas y psíquicas. Si estás tranquilo ni te pican. 

Me gustan las culebrillas, porque son enigmáticas y desobedientes. Como les aconsejes que vayan para la derecha, se van en la dirección opuesta. Aunque, la verdad, qué más te da hacia dónde quieran reptar... si te pasa una por delante, no la vas a volver a ver en tu vida. Huy, me salí del tema… la cosa va de insectos hoy.

Las mariquitas, coquetas y ciertamente imprudentes. Tienen exceso de autoestima, según mi criterio. Todo lo que a ellas les sobra les falta a los patitos. Tal vez sea porque conocedores de la belleza de los cisnes, los pobres no levantan cabeza –ay, que me salgo otra vez del mundo insectos-.

Pero para cabeza baja, la del que la mete bajo tierra: El avestruz. Así, como jugando al escondite (como hacía mi hijo de pequeño; se ocultaba medio cuerpo tras el sofá y como él no me veía, creía que yo no le veía a él y se partía de risa). Éste es el ave más grande y pesado del mundo. Desde una aproximación taxonómica, los avestruces pertenecen al orden de los Struthioniformes; sencillo nombre para recordar. También puedes decirles ratites, para no complicarte tanto la vida pero vamos, ni te molestes, que de ninguna manera van a venir a ver para qué les has llamado. 

Pero hablaba de insectos… -ya me he ido por la tangente de nuevo- como las moscas, esas aventureras de mierda, literalmente, perdón pero no es cosa mía, a las que les gusta tanto dar la barrila. Que parece ser el insecto al que menos delito tiene liquidar. Qué injusticia, qué crueldad... cuando escucho eso de "no ha matado ni una mosca" es que me sublevo, oye... de verdad. 

Por hoy, dejo esto aquí. Ahora estoy apaciblemente en el salón de mi casa y que  yo sea consciente solo hay microorganismos rondando la estancia, -aparte de una servidora, claro, pero no soy tan microscópica- Y a estos todavía no les he podido estudiar… quizá por el tamaño.

Ángeles Córdoba Tordesillas © 

TU RECUERDO

No hay letra,
ni palabra
ni verso,
ni poema entero
que no sea semilla
para cultivarte.

Que no nazca
impelido
para mentarte.
Incesante,
esperanzado,
invocarte,
en poéticos huertos,
donde sembrarte.

Como fruto prohibido
en un árbol,
de hojas de papel
anotarte,
Y después de nacer
y crecer,
saborearte.
  
No está la poesía hecha
para mis desvelos
o mis pesadillas
de madrugada.

Solamente
para estrechar,
abrazar,
injertarme,
sílaba a sílaba…
tu recuerdo.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©2014



ESPANTO OSOS

Hay días que espanto osos y nada más.
Son algunos ridículos días, tediosos e inexplicablemente dados de sí… por mucho que te empeñes en que se ajusten a tu medida, no lo hacen ni en broma. Hay que dejarlos pasar, sin prestarles demasiada atención… se podrían acostumbrar.
Al principio no veo osos, sólo espanto y horas sin maquillar… Intento cazar alguna al vuelo, sin conseguirlo.
Me columpio ingrávida en algún minuto leve, antes de la hora de comer. Trazo en papeles garabatos y palabras sin sentido ni dirección. Rastreo alguna pista para la felicidad, entre bostezo y bostezo.
Espanto osos… en cuanto comienzan a aparecer. Excepto uno, de peluche, que descubro en el saco del recuerdo de los muñecos de mi hijo, cuando niño, ése no quiero espantarlo… Lógico.
Caprichosa la tarde y mezquina, me escatima las singularidades de un día anodino a no poder más. Sin colorido, sólo grises indefinidos…oso por aquí, oso por allá… los sigo espantando.
Voy a cantar “La Canción de la Alegría”… a ver si así… a Beethoven le gustaría. Tengo entendido que aprendió a espantar osos, al mediodía, cuando simulaba escucharlos rugir a la vez que sus tripitas.
¿Será mañana día de maravill-ar-osos?
Esperemos que sí.

Ángel C. T. ©2014

24 feb 2015

LLEVAR EL RITMO

¿Para qué deslizarnos por la resbalosa superficie de la mente?
La vida es un blues
y nosotros llevamos el ritmo maravillosamente.

Ángel C. T. ©

CONFIEMOS

Mientras sepamos respetar el sentimiento mutuo
todo lo demás sucederá…
Creamos en la magia, confiemos.
Cuando estamos juntos,
no existe ni el pasado ni el futuro.

Ángel C. T. ©

SIN GARANTÍAS AMOROSAS

Garantía no existe, de que me ames...
Pero permitamos que todo fluya entre nosotros
y dejemos que sean los corazones los que hablen.

Ángel C: T. ©

Y LATE

Información sobre ti no preciso mas
que el latir de tu corazón junto al mío.

Ángel C. T. ©

23 feb 2015

UN INSTANTE FUGAZ

Ya pasó el tiempo de luchar.
Fueron muchas guerras seguidas,
sin ganar una sola batalla.

Y de repente,
todo lo que había que lograr
era mantenerse viva ese día.
Sin ambicionar nada más.
Seguir respirando,
para seguir sintiendo.

Ya no queda tiempo
como para perderlo, me dije,
sólo para vivirlo, intensamente.
Para disfrutar el regalo
del aliento.

Hay tanta belleza en un instante
fugaz…

Todo por lo que había luchado
y había perdido
cobró otro sentido.
Sí, la única meta era
respirar cada día.

Un largo camino
de aprendizaje
y pasión por la existencia.
Todo está bien
si bien está.

Y cuando menos lo esperas,
tal vez, en la recta final,
llega el amor y te sorprende,
hablándote de construir,
sobre las ruinas de tu ciudad.

Ángel C. T. © 


Dibujo hecho con estas gafitas que Dios me ha dado. 

TROCITOS

Sí.
Sólo quedan de mí
trocitos.

Y te los puedo dar.
Todos son para ti
si los aceptas.
Esta es la palabra clave.
El verbo
que se hace carne.

Sólo me quedan
trocitos de fe,
de fuerza,
de esperanza,
de lealtad.

Trocitos de fantasía,
de emoción,
de alegría,
de agradecimiento,
de pasión.

Trocitos inacabables,
confetis de Ángel,
para una fiesta privada,
contigo.

Cuando todo esté preparado
y no antes,
podremos rendir
un verdadero homenaje
al amor y a la vida,
hermosa siempre,
que me ha ido cortando
a trocitos…

Ángel C. T. ©

22 feb 2015

EL PRESENTE

La grandeza del momento presente es vivirlo como un regalo.

Ángeles Córdoba Tordesillas  ©


Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

20 feb 2015

LUZ EN LA TARDE

Tarde de luz
para los soñadores
y enamorados...

Ángel C. T.


Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

EL SECRETO DEL GNOMO

No es el gnomo el que está dentro del bosque…
es el bosque el que está dentro del gnomo.

Maravilloso lugar por descubrir,
donde habitar y hacer hogar para siempre.


Ángel C. T. 

Fotografía de un gnomo real paseando en solitario. 

UNA PROPOSICIÓN MUY DECENTE

Te propongo,
ya sin indecencias ni todo eso
que nos queda pequeño o grande...
quién sabe,
un atardecer tranquilo,
tomados de la mano
en camino llano.

Contemplar juntos el horizonte, vertical,
tras el ventanal de nuestros sueños,
mientras una polonesa de Chopin
acude a nuestro encuentro.

Entre risas imprevistas
por cosas del pasado sin importancia
o tal vez por nosotros mismos,
hundirnos en la magia del momento,
sin más prisas
que las de un poema mal hecho.

Fundirnos,
sobre el reconfortante lecho del afecto,
con los temores jubilados
y resquebrajados los desconciertos.

Atrás, abandonadas ya,
a su suerte,
las ataduras y veladuras.

Te propongo y te propongo
como candidato para ello.

Tú eres mi propuesta,
firme propuesta ya sin indecencias
ni nada de eso,
por si no estamos a la altura de aquellas.

Pero con el corazón en la mano
que no en un puño,
dime que te atreves a no ser valiente
y a no serlo conmigo, principalmente,
por los dos.

Ya pasó el tiempo de las heroicidades y temeridades.
Ahora el que nos queda es para vivirlo intensamente.

Si tú sueñas,
yo soy tu sueño.
Si estás despierto .
yo, a tu lado.

Yo te propongo
simplemente…
Pero tú
no tienes que responder ahora
es suficiente con que leas
este poema
escrito de madrugada.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


19 feb 2015

PIROPOS DE UNA MADRILEÑA (4)

Si yo fuera zapatilla y tú, mano...
andaría todo el día desatada
para que me echaras el lazo.  

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


OTRO CANTAR DEL MÍO CID

No el que ya conocemos, sino otro mucho más moderno. Que suena a tema actual y sin disfraz ni  pinta del medievo pero épico, muy épico.

Susana, se va a las montañas, a respirar aire puro, con sus ojos azules de mar serena -por no dejarlos solos en la gran ciudad que le da pena- Y se lleva un libro de Los cantares del mío y un llavero del mismo, que vestía y calzaba, por si alguna vez regresase a su casa y necesitara las llaves para la puerta. Su partida es indefinida en el plano mental. Pero el futuro se va convirtiendo en presente a su paso. Cosas de las costumbres temporales.

Va a caballo regalado, sin mirarle el diente y, a ratos, a pie. Sabe que es mujer y promete triunfar en amores. No busca aventuras fáciles sino, mas bien, limpiar los mocos a varios churumbeles, frutos de algún matrimonio feliz.

Allá va, dispuesta a conquistar lo que sea, tierras, corazones o todo a la vez, si se deja…

“No camines delante que puedo pisarte ni detrás que te me despistas. Camina a mi lado como haría una buena amiga castellana nueva, de cuando las antiguas regiones españolas”. Va relatando con un tarareo al compás de alguna melodía procedente de sus cascos y que nadie puede sufrir, pues vaga sola por esos senderos y valles… ya que nadie a su lado cabalga. Pero Susana no conoce el desaliento. Si duda, madrileña y todavía joven. Cómo somos para eso, oye… enérgicas, decididas, casi santas, heroínas… ay, que me entusiasmo.

De repente, frente a su caballo de malvavisco y ciertos trotes prematuros, delante del sol de media tarde, apareció un hada, con pinta de famosa de programa de televisión, maquillada y todo, como para salir a una tertulia de esas, a gritar en directo. Se acercó a ella y le dijo:

-Hermosa criatura, de suaves contornos y cabellos ondulados, te prometo muchas andanzas, como aquél caballero, apodado El Cid Campeador… y buena ventura… No te leo la mano porque no trabajo gratis, a pesar de que me has dado muy buena impresión, pero tienes cuerda para rato. No te pierdas, maja, que muy sola te veo y la noche está próxima. A ver si puedes conectarte al wifi de esa gasolinera y así te relacionas… por ejemplo, a través de wasap. Mira te voy a facilitar mi nombre y número por si te apetece enviarme un mensaje breve o algún icono. Y quítate un momento, anda, los cascos, del Mp4 que no sé si me oyes, con tanto alboroto musical…
-Le estaba leyendo los labios… Gracias, hada madrina.
-Nada de madrina, guapa. Me caes bien pero sólo hasta la esquina. Yo soy hada sustituta y polivalente. Ya he cumplido mi misión del día que era la de recordarte que cuentas con Internet dentro de este relato corto, si no te sales del horario y la zona prevista, que no es poca cosa y sé que eres persona agradecida.
-Sí, lo soy. Por eso le he dado las gracias. Y ahora le sonrío y sigo por mi camino que me lleva este vendaval el caballo de tres pisos.
-Mira que traerte uno de cartón con orejas de golosina y deslucido… pero tú misma. Ahí tienes la tierra que te ha visto nacer… y si ahora quieres ir a conquistar otras, tú verás… eso es largo, pesado e incómodo… y que casi todo ya está más que conquistado…
-Mire, como le he tomado cariño, le enviaré un selfie, de mi caballo y mío, llegando a tierras lejanas, Cuenca o allá más lejos, tal vez Albacete.
-Para hacer las cosas bien, deberías subir hasta Castilla y León, Luego Castilla-La Mancha, Aragón y bajar hasta la Comunidad Valenciana… casi nada.  No creo que lo consigas ni en diez vidas, con ese potro que llevas sin despeinar, pero eso sí, si terminas en Levante, puedes darte un bañito a mi salud, me da igual en Valencia que en Alicante.
 -Vaya desconcierto que me ha creado así, de repente. La brisa marina me llama pero, vamos… que yo me iba a la montaña… Ahora aparece usted y me cambia los planes.
-Mujer, es El Camino del Cid, tú haz lo que quieras, sin remordimientos. Perdona, me quedo sin batería, debo ir a cargar el móvil que tengo tres vídeos por ver.  ¡Oh, Susana, no sufras más por mí!
-Tranquila, lo sobrellevaré como pueda. En dos minutos la habré olvidado. Soy fuerte,  emocionalmente hablando. Lo del gimnasio no es tan efectivo ni evidente, lo sé. Y, por cierto, no recuerdo haberle dicho mi nombre.

Y aquél hada desapareció, escopeteada, como una imagen entre la niebla, luminosa, resplandeciente... ¡Lástima de poesía… era el brillo de los faros de su moto!

-Estas hadas de hoy en día… cuántas sorpresas nos dan. Tan actualizadas están que manejan motocicletas y no salen del YouTube. Y con la permanente bien hecha se cree La dama de las camelias… Después de salirme al paso, me ha entretenido, me ha soltado dos chorradas, una indirecta y se ha pirado. Y deseos ni uno me ha concedido la malandrina… dice que no amadrina, vamos que… Y mira, se ha dejado el casco... ya podía haberse dejado la varita... ea, pues me lo llevo de orinal para tanta ruta que me ha trazado con estos pronósticos de andanzas y venturas que me ha dicho tan deprisa que ni me he enterado.  Bueno, yo tampoco soy la cid de las cides ni una protagonista ejemplar para emular al verdadero Cid en esta historieta. No le he dicho que estoy fichada por la policía por tráfico de caramelos de anís  y que por eso cabalgaré hacia el este sin remisión. A ver si en el próximo pueblo tengo más suerte y me encuentro con El sastrecillo valiente, está soltero todavía y no me trajina tanto los humores griegos. ¿Cómo dices?... Por favor, caballito, no relinches tú también que me vuelvo para Madrid, ¿eh?

¿El FIN…justifica los medios?


Ángeles Córdoba Tordesillas ©

LA VISITANTE

Él, la miró con seriedad y con una voz grave y trascendente, como el que va a dar un discurso absolutamente relevante, la agarró por los hombros la colocó frente a él y le dijo:
-No.

Ella se dio media vuelta y se marchó. Pero al día siguiente, de nuevo, regresó para acompañarle. Llamó a su puerta y él la miró y le dio paso. La vanidad es constante y cuando se propone quedarse a vivir con alguien, normalmente lo consigue…


Ángel C. T. ©2014

18 feb 2015

17 feb 2015

UNA HISTORIA SENTIMENTAL CON TROMPAS Y TRAMPAS.



Ramona, la madre era patinadora profesional y trapecista. El padre, Ramón, trompero, cada día llevaba a casa una trompa distinta con la pasta que ganaba la mujer. No tenía mérito propio pero no le daba importancia a este hecho reciente. Alguien, alguna vez, le llamó granuja… ¡Qué sabrán ellos! -Pensaron los músicos trompetistas; la banda con la que compartía compañía y trampas en las salas de trompas a la hora del aperitivo-.

Y a él, a Ramoncito, provisto de la mejor de las trompas que su padre trajo al dulce hogar,  le dio por trabajar de elefante en el circo… De casta le viene al galgo, dicen. “Respetadme, por favor, esa es mi decisión. Qué sí hijo, que sí, que lo entendemos”.

Unos años después, tras haber pasado la pubertad, se enamoró de Belinda que no era muda ni manca la niña pero era la domadora oficial de fieras sonámbulas y leones del mismo circo donde trabajaba Ramón. Belinda le tendió una trampa de sentimientos cruzados y le hizo algarabía en los talones y pequeñeces alternativas en el corazón agazapado sin concha, no como las tortugas carey, mientras pretendía domarlo de lo lindo...-huy, esta Belinda- pero por el lazo sentimental que le unió a ésta mujer que mantuvo romance va, romance viene con no se sabe cuántos fulanos, menganos o tramposos de incógnito, le crecieron al pobre más cuernos que un perchero de pie o el becerro de oro y tuvo que cambiar su oficio e irse con una familia gitana para trabajar como cabra sobre una escalera de pintor de brocha gorda. Y todo por una mujer que era enamoradiza, así sin más, sin consultarlo con la almohada, con el veterinario ni siquiera con la autora de esta historia que hubiera querido darle otro Dumbo a los acontecimientos, más encaminado a Disney, debido a la influencia elefantíl de este circo inventado.

Las cosas vienen así y así hay que aceptarlas. Dios le da cañas de pescar a quien no tiene ríos, con ese sentido del humor divino que tiene, y se las quita a quien le apetece aunque tenga mares. 

Ramoncito era un ser complaciente, uno de estos de saber conformarse, que aprendió a hacer de sus experiencias personales algo constructivo y laboral. Nadie podría reprocharle eso. Y nunca dijo ni este cuerno es mío... A pesar de todo, su vida no cambió tanto, seguía usando camiseta de manga corta en verano y, en el tiempo frío, abrigos y bufanda de lana, hecha a mano, como todo hijo de vecino que, dicho sea de paso, no le sentaban nada mal. Supo conformarse para no cabrearse y sus padres también. No tuvieron más remedio ni chivos expiatorios por nietos . Pero Dios nos guarde a todos… en su trampa… Perdón, en su memoria.

(Mis gafitas se ríen… pero no sé de qué. Con un jijiji… me recuerdan a alguien... ¿será a Lindo Pulgoso?)

Ángel C.T. 2014

CARNAVAL

Llegó carnaval.
Nos pilla con los deberes sin hacer 
a más de uno.
Disfraz inexistente
o máscara desgastada.

Que si escucha este chiste, 
léeme esta poesía.
No sé qué decirte.
yo ando con lo mío
y a ti te encontré en la calle.

Miradas de espanto.
Corre, corre que te pillo,
La oca, Las tres en raya,
quien no corre vuela…
Como te coja no sé qué hago contigo.
¿O la cosa no es para tanto?

Ahora me pongo tu máscara.
Ahora me quito la mía.
No me grites que voy de listo
o disfrazado de listillo.
Aunque
si me hago un poco el tonto
sólo es asunto mío.

Nadie manda sobre nadie
ni hay examen que valga.
Ya lo dijo de la Barca
que la vida es sólo sueño.

Suelta el talento que tengas,
con máscara o sin ella,
que más vale que sobre…
Y los sueños, sueños son.

Ángel C. T. 2014 

DE PROFESIÓN, SOFISTICADA

Sus uñas, en una lucha encarnizada, y encarnada, por el esmalte rojo mate, conquistaban territorios prohibidos.
El carmín de sus labios dejaba huella en toda boca por donde pasaba. Estampaba besos sin descanso.
La máscara de sus pestañas proyectaba sombras de seducción en la piel de los cuerpos desnudos.
El maquillaje se desmayaba por los párpados amantes, de sonrisas embelesadas en las noches en vela, con velas durante toda la noche.
Le seducía la naturalidad sólo como marca de loción corporal y la usaba para untar a los hombres junto con aceite de almendras dulces y masajearles,  con crema para las manos, los pies cansados.
-Me siento manipulado…
-¿Por mí?...
-No. Por Estrellita Castro. ¿Qué quieres hacer conmigo?
-Espera, una gota de Channel número cinco mil, está resbalando por mi cuello… ¿lo hueles?
-No sé si me arrebatas, me seduces o me asaltas, bombón. 
-¿Qué te parece si te canto las cuarenta, sin previo ensayo, mientras nos bañamos juntos, vida?
-No digo nada. Cualquier cosa que diga puede utilizarse en mi contra, en pleno juego. Cántame mientras me repasas la espalda con la manopla, aunque sean las cuarenta, y me enjabonas con ese gel de algas marinas y esencia de coco. ¡Cuidado con el collar de perlas! Le has sacudido a la vela, color melocotón en almíbar, que se ha volcado y se están quemando los cojines de seda natural, con bordados de bolillos, del lecho, querida, junto con tus medias. 
-Tranquilo… tengo seguro de incendios… imposible vivir sin ello. Ardiendo en deseos.
-Lo comprendo… ¿Y un extintor?
-Rompamos el cristal de la ventana con el tacón de alfiler de mis zapatos y mientras... no dejes de besarme.
-Veo que no se te escapa detalle… amada o similar

Ángel Córdoba Tordesillas ©

Acuarela pintada con estas gafitas que Dios me ha dado.

LA MENTE

Tendemos a confundir la actividad cerebral con la mente. Sin embargo, solamente están relacionadas.
El cerebro es un órgano y nuestra mente no está solamente en nuestro cerebro. Está en cada una de las células que componen nuestro organismo. La mente cumple su función a la perfección, muy diferente a la que tiene el cerebro. Ésta tiene un papel preponderante en la vida de cada uno de nosotros, de forma individual, pero también lo tiene en la colectividad humana. E incluso existe una mente universal. Su misión es categorizar el mundo que nos rodea, utilizando la información que proviene de nuestro cerebro y experiencia personal o colectiva, para organizar nuestra realidad, o esa ilusión que ella percibe como real, con la finalidad de poder controlarla. Esta "realidad" también nos incluye a nosotros mismos y, si no somos conscientes de ello, la mayor parte de nuestra vida la pasaremos como esclavos de nuestra mente. Estaremos sujetos a sus juicios, dictado y leyes.  
Nuestro cerebro tiene una capacidad cognitiva impresionante. Hemos escuchado en innumerables ocasiones que su potencial es enorme y que no desarrollamos todo este caudal de inteligencia sino apenas un porcentaje muy bajo.
En los últimos tiempos se ha constatado, científicamente, que la telepatía es un hecho. Nuestros cerebros tienen, entre muchas otras, esa facultad para comunicarse sin necesidad del lenguaje hablado o escrito. Puede ser que, en un futuro no muy lejano, las personas nos lleguemos a comunicar de esta manera de forma frecuente y voluntaria, a medida que vayamos desarrollando esta capacidad. Esto precisaría, obviamente, de entrenamiento. Hasta ahora ha parecido más propio de fascinantes espectáculos en los que ciertas personas, conocidas como mentalistas, conseguían "adivinar" qué número, carta, figura, etc., tenía en su mente el que transmitía la imagen al telépata. Claro, eso siempre que no fuera un juego de ilusionismo o algo que tuviera truco.
Todos algunas vez, estoy segura de ello, hemos comprobado con sorpresa, desconcierto y/o entusiasmo, cómo cuando hemos decidido telefonear a alguien conocido, en ese mismo momento, tal vez ya antes de marcar el número de esa persona o nada más descolgar el auricular, que podíamos escuchar al otro lado del hilo telefónico a esa persona en la que estábamos pensando.
No hay mejor conductor de la electricidad y productor, y transmisor, de señales químicas que el amor. Esto es, al menos, lo que pensamos algunos. Por eso al tener un sentimiento recíproco de amor hacia alguien, no es imposible, por mucho que lo parezca, que cuando nos llega la sensación de que esa persona se está acordando de nosotros lo esté haciendo verdaderamente. Incluso se puede llegar a percibir ciertos aspectos de su vida o de su personalidad, sin conocer a alguien físicamente, cuando se tiene un verdadero interés, por ese alguien, de una forma profunda. No es magia... es una conexión debida a la energía más poderosa que existe en el universo: El amor.
Pero no es del amor sobre lo que quería escribir, puesto que esto llevaría mucho más tiempo y espacio-curiosamente, para algo que trasciende estos dos conceptos- sino de la diferencia entre mente y cerebro.
Esta fotografía que tomé hace unos días, feliz-mente, me recordó a los árboles dendríticos de esas maravillosas células cerebrales, llamadas neuronas, gracias a las cuales, en estos momentos, por ejemplo, puedo escribir estas líneas. Estas ramas de estos dos magníficos árboles, me ha parecido que se comunicaban de forma análoga a los axones que con sus impulsos eléctricos envían los mensajes de una célula a otras. Cada uno de nosotros somos una célula que enviamos mensajes de diversas maneras pero de forma continua a todos los seres que nos circundan. El contenido de esos mensajes ya sería tema de otro discursito. 
¿Electricidad, química, telepatía, amor... todo es lo mismo? Si la mente nos dejara pensar más con el corazón, lo sabríamos.  

Ninguna cárcel
cautiverio perpetuo
mas que la mente.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©2014


Fotografía propia hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

SALA DE ESPERA

-Este hombre es un metijón.
-¿Qué ha hecho ahora?
-Se transparenta como el papel de plástico.
-Dice que no sabe nada de aquél entonces.
-Se llama Adrián y nadie lo conoce. No se pasea ni por lo previsto.
-Bueno, es uno de tantos…
-Ni qué decir tiene.
-Ni dinero tampoco.
-Me lo imaginaba.
-Recomendación del médico. Dice que cante que es bueno para la garganta.
-Pues yo duermo más de ocho horas diarias.
-¿Le gusta la lechuga empanada?
-Yo no voto nunca… ni en elecciones.
-¡El siguienteee!... –Llamó la enfermera del otorrinolaringólogo-¿Qué… para limpiarle de cera los oídos?

Ángeles Córdoba Tordesillas ©2014 

16 feb 2015

TU VOZ

Tu voz es magia pura
tanto como tu intuición.

Dentro de mí se debate
siempre el mismo tema.
No puedo amarte…
no puedo dejarte de amar.

Tu voz no me lo pone fácil.
Me consume la impaciencia
por tenerte cerca
y acurrucarme junto a ella,
escuchándola, complaciente,
para responderla,
sin decir palabra.

Tu voz,
me recorre el cuerpo todavía,
me exalta,
se extravía por mis entrañas…
Y me columpia, como a un infante,
sobre hermosos sueños.

Tu voz es grande,
me emociona…
Ocupa todo,
dentro y fuera de mí,
como tu constante presencia,
por los rincones de mi mente,
y lo que me haces sentir.

Se cuela,
traviesa,
entre una de mis aurículas
y un ventrículo.

¡Y late!

Quiero
que tu voz me acompañe
en adelante…
Igual que ahora
me acompaña
su recuerdo
¡y late, late, late… !

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


14 feb 2015

MI POEMA

Mi poema, mi universo...

Saco la luna de tus ojos
y la beso.

Juego y resbalo por tu espalda,
en la noche profunda de tu cuerpo,

Me tumbo al sol de tus palabras,
durante el mediodía de tu risa.

Descanso y vuelvo a escribir.

Imagino lo que quiero, luna, sol
noche, día... creándolo,  
amor, estrellas, pasión...
porque eres mi poema, 
y aquí me perteneces.

Sí, lo sé, brevemente,
mientras éste dure.

Quién sabe si alguna vez... 
serás, para siempre,
mi universo. 

Ángel C. T. ©2014


Pintura hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

EN PENUMBRA

Entrelazados...
Amor, pasión intensa,
en la penumbra.

Sentimientos secretos, 
imposibles de expresar
con palabras.

lenguaje de sensaciones, 
sólo inteligible
para dos.

Misterios, sutiles, 
que se desvelan 
como los sueños.

Latidos a dúo.
Corazones sincronizados,
fuera del tiempo...

En penumbra.

Y mientras se mecen
en el espacio,
sabores, olores, y 
cosas...
se confunden los cuerpos
entre sus sombras.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©2014


Pintura hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

EL AMOR HAMBRIENTO

Amor, abre la boca:

Ésta por mamá, ésta por papá, ésta por Obama.
Otra por el Papa Francisco.
Ésta, por el que lee esto…

Y el Amor, abrió su boca
de corazón infantil,
comió, tragó, digirió…
por ti, por mí, por todos.

Siempre hambriento,
cual lobo feroz,
nunca se sacia,
quiere más…
necesita más, para seguir creciendo.

¡Ay, este amorcito… qué bien “me” come!

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


Fotografía propiedad de su autor. 

13 feb 2015

LAS VACAS DE MI PUEBLO

Ya me voy a mi paseíto, a caminar entre árboles y bellos animales... que las vacas no están locas aunque en una época las tildaran de ello.

Bellas vaquitas,
bucólicas amigas,
tan inocentes...

Ángel C. T. ©

Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.