Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

5 ago 2015

SIN CONDICIONES

Si me toca la lotería de los sueños -a la única que juego-, compraré un campo barato, tengo abejas esperando, calidad en las flores y arbustos para buena miel.
Compraré nuestras posturas, recostados y tumbados, sobre la yerba trajinada, bajo los árboles y los cantos de pájaros. Anuncian serenatas al amanecer. Soles radiantes de poemas sencillos…iluminados por la energía solar, y la radiación positiva de tu sonrisa; todo un deleite para los sentidos.
Campo particular de dulzura, rodeados de amapolas y margaritas videntes. Los dos como en el paraíso prohibido… justo como este amor que me inspira, tanto, como mi campo, perdón, nuestro campo comprado.
¡Anda mira, una manzana!… ¿Quieres probarla?

Ángel C. T. ©

2 comentarios:

  1. Quiero probar esa manzana y disfrutar de la lotería de la vida que tan bien conoces tu.

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    1. Qué mala prensa tienen las manzanas, en numerosas ocasiones, injustificada. Tantas veces pagando justas por pecadoras...

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