Me gustan sus calles y plazas mojadas.
Pienso en las cigüeñas, mis vecinas: Rosalía y Perico, para los que os acordéis de ellas.
No sé dónde se resguardan en días como éste, la verdad, no las veo en sus nidos...
Cada vez que tengo oportunidad, les saco una foto y sé que les gusta.
Como cuando se las hago a los gatitos; se quedan parados y posan muy bien.
Estoy agradecida por vivir en un lugar tranquilo, en donde me siento feliz. Consciente de lo afortunada que soy.
He vuelto con los pies fríos pero con el corazón calentito.
Adjunto dos fotos de las que he hecho.
No han quedado muy bien pero para ilustrar esto que he escrito.
Feliz fin de semana a todos.
Ángeles Córdoba Tordesillas

Una narracion muy bonita y las imagenes tambien. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Celia.
EliminarTú conoces bien esas calles. Cuando llueve están especialmente bonitas.