-Hola.
-Quería una madre.
-Pues mire, ahora no disponemos de ninguna. Tendría que encargarla. ¿Cómo la quería?
-¡Ay, qué lástima!... Deseaba llevármela enseguida. ¿Cuánto tardarían en traerla?
-Bueno, eso depende de lo que usted me pida. ¿Qué tipo de madre busca, exactamente?
-A ver, le explico…Una madre de las que se preocupan en exceso, que te cuidan cuando estás enfermo, que te preparan comiditas, que te abrigan demasiado… En fin, ya sabe, una de esas madres.
-Sí, sé perfectamente al modelo de madre que se refiere. Lo siento pero de ésas ya no nos quedan en stock. Tenemos agotadas las existencias. Hemos tenido mucha demanda últimamente. E incluso, fíjese, hemos tenido que distribuir una madre entre tres familias.
-¡Qué bárbaro, cómo están de solicitadas!... Entonces, ¿no van a traer más?
-Sí. Se están fabricando. Puede hacer el encargo ahora pero tendrá que esperar unos cuantos días. Depende del interés que tenga.
-El interés es absoluto.
-Bien, pues dígame, ¿la prefiere rubia o morena?, ¿española o extranjera?...
-No, no, no. Eso me da igual. Bueno, si es posible que sea feliz. No me gustaría verla llorar ni sufrir. Y que sea cariñosa, protectora y fuerte. Pero no me refiero al aspecto físico, no tengo preferencias en este sentido.
-¿Y la edad?
-Tampoco. Mientras esté viva...
-Podría conseguirle una de esas características tal vez en menos tiempo del que pensaba pero le falta un brazo. ¿Habría algún problema? Íbamos a reparárselo pero si no le importa este detalle, no tendría que esperar a que fabricásemos otra. La teníamos en el taller a la espera...
-¡Perfecta para mí! Seguro que podrá abrazarme igualmente.
-Eso delo por supuesto. Este tipo de madre está muy bien preparada, viene sensible de serie.
-Estupendo. ¿Cuándo podría pasarme a recogerla? Estoy deseando conocerla.
-Probablemente, en un par de días. Si lo desea, puede dejarme su teléfono y le aviso cuando ya esté aquí.
-Muy bien. Éste es mi número. Muchas gracias. Me urgía bastante ¿sabe? Cuando se necesita una madre… se necesita.
-La comprendo. Todos queremos tener al menos una.
-Pues sí, ¡al menos una!
-Perdone, tal vez le interese un pack que tenemos en estos momentos en promoción, que incluye dos tíos y una prima.
-No. Eso no me interesa. Creo que a la larga no dan muy buen resultado.
-Hombre...el material es de primera calidad pero, claro, hay que cuidarlos...
-Ya. Pues gracias por la información. De momento, sólo venía buscando una madre. Por cierto, ¿el precio?
-¿El precio?... ¡Una madre no tiene precio!
Ángeles Córdoba Tordesillas © 2007
Verdaderamente, tus relatos tienen el sello propio de ese estilo personal y único que a mí me encanta y me hace disfrutar divirtiéndome enormemente. Gracias por el buen rato... publica más, por favor.
ResponderEliminar´También tu comentario tiene el sello propio de su autor. Siempre valorando de forma positiva las creaciones ajenas. Gracias por alentarme a continuar. Mis gafitas se sienten orgullosas de tu presencia por aquí, Francisco.
EliminarMe has dejado sin palabras e increíblemente asombrada de lo bonito que escribes: con un agradable lenguaje claro y coloquial que llega a todo el mundo y una originalidad fuera de serie. ¡¡Fantástico!!, como dice Francisco...publica muchos más!!. Gracias.
EliminarMuchas gracias a ti, Arantza. Tú me dejas sin palabras a mí. Publicaré mucho más... y mis gafitas esperan verte por aquí, mucho más, también. Un abrazo.
EliminarBrillante y muy divertido. Un gran hallazgo. Enhorabuena, Ángel.
ResponderEliminarGracias, Gautxori. Me encantaría que siguieras visitando esta nube, pues a mis gafitas les gusta estar bien acompañadas.
EliminarEres única...tienes un no sé qué relatando que me deja con hambre!
ResponderEliminar¡Qué halago!..
EliminarMe produce gran satisfacción que visites mi muro y que además opines sobre mis escritos. Sabes que admiro tu don para crear, con tanta facilidad, esas maravillosas y sentidas poesías. Gracias Fátima.
Es un relato que leí en su momento; y como todos los que escribes, me parece de una genialidad enorme. Original, divertido, con tu habitual sentido del humor, que lo tienes a raudales, y de una frescura narrativa que es oxígeno en vena. Nos haces unos regalos que no tienen precio. Gracias.
ResponderEliminarBueno Manolo, tú me haces unas críticas que tampoco lo tienen... como una madre-el precio digo-.
EliminarGracias por esas valoraciones tan positivas y constructivas que siempre has hecho, y haces, de mis obras.