Que la pasión y el juego
fluyan, interminables,
como aullidos
de lobos hambrientos…
A ritmo de estrellas,
de luceros, de mares
y galaxias
en movimiento.
Al ritmo que llega
besa y pasa.
Amémonos,
a nuestro ritmo.
Sin tener en cuenta el tiempo,
siempre ajeno
al amor y otras danzas.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Al hermoso tango le pones la letra de tu bellísimo poema. Emotivo, guapo, si a un poema se le puede llamar guapo.
ResponderEliminarNo sé si es guapo de forma natural o adornado. Gracias, Manolo. Sí, el tango es precioso.
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