Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

6 nov 2015

¿QUÉ ES UN HIJO?

Un hijo es el mayor de lo éxitos inmerecidos.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©

(Y mi hijo me ha respondido:
Tú me mereces más que yo a ti.
¡¿Veis como es un éxito?!)

Maternidad. Joaquín Sorolla. (23/2/1863 Valencia.-10/8/1923 Madrid)

4 comentarios:

  1. Es un exitazo increíble, tal vez por eso consideremos que no nos merecemos tanto amor.

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    1. Creo que el amor sí nos lo merecemos siempre, en especial si es recíproco. A lo que me refiero, Manolo, es a que nos afanamos en la vida por conseguir pequeños o grandes éxitos y luchamos, nos esforzamos día tras día para lograr dicho objetivo y, en muchas ocasiones o en la mayoría, no lo obtenemos y sin embargo, no hacemos ningún tipo de mérito, para ser dignos de ese privilegio- el de ser padres me refiero-. Hay muchas personas que no tienen hijos y lo desearían y no se lo merecerían menos que nosotros. Cuidarlos, alimentarlos, quererlos, educarlos, ya sí que es mérito nuestro u obligación, pero eso es otra historia.
      Este es un tema polémico y subjetivo y cada uno habla según su experiencia personal.
      Gracias por exponer tu punto de vista según la tuya.
      Me consta que eres un padre amoroso donde los haya.

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  2. Un hijo es algo maravilloso, sangre de tu sangre y se le ama toda la vida. No cuando nace, sino durante toda la gestacion. Hasta pronto

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    1. A veces es sangre de tu sangre y a veces no, pero igualmente es un hijo. Lo fundamental es que se le quiera y se le cuide.

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