“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
20 nov 2015
LUZ ROJA
Todos tenemos salientes y clavos, donde se enganchan los buenos propósitos y las mejores intenciones.
-Dame la mano, hijo. Vamos a pasar al otro lado de la calle, que da el sol. Perdona, estaba abstraída en pensamientos sin importancia, casi... Tienes que fijarte bien, no distraerte con nada como me pasa a mí. Has de esperar con paciencia y siempre debes cruzar cuando en el semáforo se encienda la luz verde.
-¿La verde de esperanza, mami?
-Ésa.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
La esperanzaaaaaa, nunca hay que perderla.Un abrazo
ResponderEliminarY aprovechar cuando se encienda su luz indicativa para caminar hacia adelante.
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