“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
precioso me ha encantado
ResponderEliminarMuchas gracias, Celia. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarLa inocencia es el elixir de la vida.
EliminarExactamente, Manolo. Gracias por entrar a esta nube en la que deseo que todavía flote algo de inocencia.
EliminarLa inocencia y el amor siempre deberian ir juntos como la poesia y la cancion. Magnificas estrofas Angeles bailando.
ResponderEliminarZampa.
¡Gracias David!
ResponderEliminarTienes un apellido muy bonito.
Zamparé ahora todo lo que pueda, con la merienda, además de una buena razón de inocencia. Ésa viene bien a cualquier hora.
Un abrazo.