Y te lo digo, simplemente.
Te lo recito, te lo beso.
Te lo acaricio
sobre la piel.
Y te lo repito
una y otra vez.
Que sí,
que te quiero.
Que siento tu nombre
en mi garganta
con ganas de gritarse solo.
Que lato en tu corazón
con versos sin rima.
Que entreabro
el mío, solamente,
para que corra el aire,
sin espantarte.
Que eres mis cuatro
puntos cardinales.
Mi eje, mi suspiro hondo.
Mi remanso de serenidad.
El final más bello de mi cuento.
Que sí, que te quiero.
¿Cómo te lo digo?
¿Dónde lo anuncio?
¿Cuándo lo proclamo
a todos los vientos?
No te lo canto,
porque no sé.
Pero te lo bailo
con pasos modernos
o con claqué.
Te lo estoy escribiendo.
Y te lo firmo, después,
debajo del amor mismo.
Porque sí, te quiero.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
¿Como consigues emocionarme? Siempre quiero imaginar que algún pedacito de ese cariño que destila tu precioso poema, me llega a mi. Gracias corazón. La de la foto ¿Eres tu?
ResponderEliminarTe llegará si puedes sentirlo, Manolo. Es la magia de la poesía. Siempre va dirigida a quien tiene la sensibilidad de entender con el corazón su mensaje. Gracias.
EliminarEl cuadro que he compartido es de un joven pintor argentino. Desconozco su título, pero el rostro de esa mujer, me transmitió un sentimiento muy parecido al que describo en el poema, por esa razón lo elegí.
Qué voy a decir de éste poema, de ésta declaración de amor.....que ya la quisiera como letra de una canción de amor, un buen cantautor y poeta!! Una vez más, magnífico y precioso.
Eliminar¡Muchas gracias, David, por ese enorme halago! Solamente fruto de la inspiración del amor, ¡oh la lá!
EliminarUn abrazo.
Precioso... no me salen más palabras.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Arantza. Una palabra sincera vale más que muchas que puedan no serlo.
EliminarUna bella emoción recorre (y nos recorre)
ResponderEliminarel poema.- Gracias por publicarlo.-
Muchas gracias, Anónimo.
EliminarYo te imagino así. Ni más ni menos bella, no es importante, así.
ResponderEliminar