“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
11 sept 2015
NADA QUE TEMER
si tus aguas son serenas…acaso llegue.
Porque persigo la alegría de forma incansable
y allí donde la encuentre resguardaré mis esperanzas.
Suspiraré aliviada, vulnerable, locuaz en palabras amorosas,
si en tu boca mis besos encuentran respuesta.
y en tus respuestas mis preguntas se agotan…
Nada que temer, menos que nada.
Amar y no temer.
Y así será, si tú eres la promesa de mañana.
El destino que me aguarda… anhelante,
con los brazos abiertos, de par en par.
y el corazón sonriente.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
Precioso canto!!
ResponderEliminarGracias, Inmaculada. Un abrazo.
EliminarDe nuevo me encanta esto que has escrito. Denota algo, entre un romanticismo y una sed en el corazon del ser humano, que necesita saciarse.Con un encanto que plasmas en las frases y me hace sentirme muy bien.Ole,ole y ole.
ResponderEliminarMe alegro mucho, Celia, que te haga sentir bien leer lo que escribo. Pongo corazón en lo que hago y eso puede ayudar. Un abrazo y gracias por tu comentario.
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