Algas rosadas, en las orillas.
Cristalina la tarde y la luz reflejada,
soleando el río.
Cerca el molino, algunos muros,
que quedaron
como testimonio de un tiempo
en que lo natural estaba a la orden del día.
Poesía es este lugar, este rincón,
medio oculto, protegido por el follaje
de árboles y matorrales,
piedras con musgo.
Libertades.
Momentos de meditación,
donde la belleza se dispersa
y se refugia, al mismo tiempo,
con sus minutos silvestres,
en la calma.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
(Dedicado a mi amiga Rosa, como el color de las algas)
Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
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